Ritual • Registro de Performance • 2021 • Santa Teresa, Costa Rica
Una roca que sobresale del mar,
con un orificio en el medio.
Me quedo sentada,
observándola.
Una ola de marea alta la abraza,
y un chorro de agua empapa su agujero.
Pienso en mi vagina.
permanezco,
pero no vuelve a suceder.
El sol se fue hace 27 minutos,
la humedad se siente en el ambiente,
el tiempo flota.
Luna nueva en Tauro.
Un cuadrado en la arena,
dibujo un triángulo de piedras,
y un círculo con barro gris.
Miro hacia el Norte,
me desnudo,
me siento vulnerable
y parte del paisaje al mismo tiempo.
Sobre la Tierra,
la piel tomando contacto con la superficie rugosa,
acaricio mi cuerpo.
La ansiedad,
frecuente incomodidad.
Pienso en Volcana, mi obsidiana
sumergida en la profundidad de mi yoni.
Inhalo,
tomo un poco de arcilla,
la unto por mis tetas,
las masajeo,
gotitas del agua
me salpican la cara.
Exhalo,
me deslizo hacia el vientre,
se afloja la boca del estomago,
el plexo solar se abre.
Mi útero ya puede percibir el efecto de la oxitocina,
la obsidiana ahora baila,
la agitación se disipa con cada respiración.
Inhalo,
sostengo,
exhalo,
sostengo el vacío.
Le entrego a ese pedacito de realidad
una parte de lo que me genera sufrimiento,
como si la arcilla pudiera absorber las toxinas de mis pensamientos,
como si los alvéolos pudieran tocar el endometrio.
Ya no hay sistemas separados.
Juego con mi cuerpo,
mi útero,
vasija,
se convierte en el vaso hermético.
Mi energía sexual,
se despabila con cada contacto.
Estoy caliente, pero no quiero coger,
estoy encendida
por mi propia vitalidad,
por el fluir de mis hormonas en la sangre,
por un dolor,
que lentamente
se transforma en placer.
La arcilla se seca,
se agrieta,
mi piel se tensa.
Permanezco en ese tiempo.
Silencio
Silencio rugiente
el agua queriendo trepar la roca
Silencio.
Toda acción es una ofrenda,
me unto en mi propia medicina.