Instalación Site Specific • 2021 • Santa Catalina de Varaguas, Panamá
Primer Hábitat es una instalación realizada en dos baños de un predio de estructuras abandonadas en los acantilados de Santa Catalina. La obra alude al proceso de gestación de la propia intimidad, de cercanía con unx mismx, de complicidad con el propio cuerpo.
Una intimidad en construcción, una transformación que nos permita recuperar la soberanía del placer, capaz de regenerar el tejido celular y ampliar la posibilidad de vincularse con otras especies humanas y no humanas.

En el primer baño, una pared pintada con tierra roja local, cae y genera una montaña donde reside un huevo de obsidiana. Del medio del cemento, brota una planta verde.



El huevo de obsidiana es un vidrio volcánico que se introduce en el canal vaginal y trabaja sobre nuestro campo electromagnético. Abre la posibilidad de transitar un proceso bio-psico-emocional que nos permite indagar en nuestros orígenes, aprender sobre nuestro estado de autorregulación y que se relaciona con la fase de nigredo en la alquimia. La obsidiana da la posibilidad de volver al barro, donde residen nuestras sombras individuales y colectivas, para dejar entrar la luz. Es un proceso de regeneración celular en donde nuestros cuerpos vuelven a entrar en estado fecundo, de confianza.


El huevo, es un dispositivo que propone llevar a cabo un proceso de integración de nuestra totalidad. De observación paciente hacia aquellos contenidos inconscientes que operan como patrones de comportamiento mecanizados y que limitan el fluir de nuestra energía vital. Este proceso amoroso con el huevo de obsidiana permite volver a un estado de complicidad con una misma, de reconstrucción de una intimidad desde la presencia.

En el segundo baño, una serie de conchas de mar recolectadas en las costas buscan reunirse para darle forma al huevo que emerge en el medio de la pared de cemento, donde los azulejos originales se fueron cayendo con el paso del tiempo.



La concha, un caparazón que fue hogar y alimento de un molusco, llega a la playa como descarte, ya sin su contenido blando y vulnerable. Los azulejos se rompen y desprenden con el crujir de las olas, con la potencia del viento. Las ruinas humanas se encuentran con las ruinas animales para regenerar la capacidad de contención.
La muerte es una fase de la vida. Una forma embrionaria que quiere darle luz a la energía vital, que se gesta entre la vulnerabilidad de lo roto, lo viejo. Un proceso de desmembramiento junto con un proceso de re-unión.

