Instalación con pieles de mandarina 80 x 120 cms • Abril 2020 – Octubre 2021 • Tigre, Argentina





Obra Alimento.
Separar las partes.
Con la cáscara sahúmo la casa,
nutro el compost,
con su pulpa limpio mis fluidos,
con sus semillas, armo plantines,
con su piel, recuerdo mi piel.
Como mandarinas para entregarme a la lentitud de un tiempo sin agujas,
sin eventos, sin demandas externas.
Gajos con forma de mariposa, de caracol, de vulva,
enroscadas, asimétricas, vulnerables.
Colecciono los tejidos de un tiempo de pandemia,
Colecciono pieles
y se desvanece la ilusión de estar en aislamiento.
La temporada de mandarinas terminó,
y volvimos a salir.
Me fui por 6 meses,
El sol quedó en penumbras.
Dos estaciones en soledad.
Un amanecer que emerge de la pared.
un sol naranja,
un sol verde musgo.
Putrefacción simultánea.
Comprendo la sintonía intrínseca entre mi ser y la naturaleza.
La distancia y el tiempo me independizaron de expectativas.
Mi pecho se recubre con hongos.
Este Sol también viajó a las profundidades de su centro.
a oscuras,
a lo lejos,
sin presencia humana
dispuso del taller,
para descender a iluminar las proyecciones del ego.
Llegar al estado más penetrante de putrefacción,
para vivir la transformación de la muerte.
La obra que se realiza a sí misma.
Me convierto en espectadora.
La naturaleza se realiza a sí misma,
Somos agentes de asombro,
de contemplación.
Toda acción es obra.
Obra Medicina.

